Recipiente circular compuesto por un depósito de hierro con orificios en la tapadera, por donde deja escapar el calor. Está unida a un mango de madera torneado. En su interior se introducían piedras calientes o ladrillos calentados al fuego, incluso las brasas.
Este utensilio se utilizaba en las casas para calentar las sábanas. Estaba diseñado para ser movido en el interior de la cama y así distribuir el calor por toda la superficie. Era muy utilizado en el ámbito rural.